La isla es un parque temático de extraña y mágica flora. Un parque abierto que guarda el tesoro de plantas y flores que crecieron de forma independiente al resto del globo, con el sello propio de la región de la Macaronesia.
Desde hace siglos, la flora canaria es objeto de interés de especialistas de medio mundo, reúne gran número de especies desaparecidas por completo de otros lugares. En Gran Canaria existen más de cien variedades que sólo pueden ser vistas en la isla, junto a otras quinientas especies cuya exclusividad comparte con el resto de territorios del archipiélago. Todo ello sustenta la afirmación que Canarias es para el estudio de la flora lo que las Galápagos a la fauna.
Se puede decir que Gran Canaria es un continente en miniatura, con un muestrario de paisajes muy poco corrientes, en medio de un archipiélago enormemente diverso. Por ello la Unesco decidió otorgar a la isla el sello de Reserva de la Biosfera. Casi la mitad del espacio geográfico de Gran Canaria ha quedado incluido en la Reserva, abarcando seis núcleos de población rurales, vinculados a actividades tradicionales.
Dentro de este marco tan sobresaliente recibimos el encargo de ejecutar un gran jardín vertical decorativo que imitara las laderas de umbría de la isla, con sus plantas silvestres de variados tonos y formas, así que nos pusimos manos a la obra en nuestros talleres de Madrid.
El Jardín luce en el interior de un restaurante lujoso muy conocido en la playa de las Canteras, “Restaurante Paparazzi”, donde a diario cientos de turistas y población local se deleitan con la gastronomía local e internacional.
El reto era ejecutarlo en Madrid e instalarlo en la sala principal del restaurante, así que una vez finalizado el tapete de musgo sintético “Muros Frescos” en el taller, y aplicando al mismo la medida exacta de este jardín, unos 10 metros cuadrados, éste se embaló cuidadosamente y se envío por barco a la isla, también corrieron la misma suerte la variada selección de especies vegetales que conformarían el mismo, un surtido de alta calidad de plantas sintéticas que se asemejaran a la variedad flora canaria que antes apuntábamos.
Montaje e iluminación
El jardín “Muros frescos” se instala fácilmente sin obras, ruidos ni polvo, fijando al muro el gran tapete de musgo sintético, no sin antes conformar su volumen y apariencia, donde juega un papel muy importante la luz, que previamente se había instalado en el techo a escasos centímetros de la cenital del jardín, y que marca las sombras y acentúa el relieve del musgo.
La luz consta de varios focos colocados cada uno de ellos cada metro de jardín aproximadamente. Son focos de leds de bajo consumo, de una temperatura de color de unos 6500 grados Kelvin, y una potencia de unos 20 vatios cada uno.
Una vez fijado el tapete y correctamente iluminado, gracias al movimiento rotatorio de la base de los focos, se comienza la plantación, agrupando de una manera lo mas naturalista posible las especies vegetales; el imitar a la naturaleza es una de nuestras motivaciones y hemos comprendido sin duda que solo de esa manera el resultado es convincente y agradable a la vista.
Finalización del trabajo y su mantenimiento
El jardín se instaló en unas 5 horas aproximadamente, momento en el que el cliente dio su visto bueno al trabajo. El mantenimiento del jardín “Muros Frescos” es muy sencillo, consiste en limpiar cada dos meses el polvo que se pueda acumular en el mismo, para ello es conveniente usar aire a presión o incluso una sencilla vaporeta.
La alta calidad y durabilidad de los componentes empleados garantizan por muchos años la belleza de este jardín.
Firmado: Ángel Febrero
Fuente: Virginia Cámara Cerrato.
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